CICA Architecture

Pierre Vago: una vida intensa

Por Louise Noelle

Una vida totalmente dedicada a la arquitectura fue la de Pierre Vago, fundador y Presidente de Honor de la Unión Internacional de Arquitectos, UIA. Este singular personaje nació en la ciudad húngara de Budapest, el 30 de agosto de 1910, pero a la edad de nueve años, sus padres se trasladaron a la Roma, donde ingresó a la escuela, adaptándose sin problema a su nuevo hogar. Sin embargo, llegado el momento de iniciar sus estudios universitarios, optó por hacerlo en París, adoptando esta ciudad como su morada definitiva a partir de 1928 y obteniendo pronto la nacionalidad francesa.

Cursó la carrera de arquitectura en la École Spéciale d’Architecture, bajo las enseñanzas progresistas de Auguste Perret, ya que una breve estancia inicial en la conocida Escuela de Bellas Artes lo decepcionó por el conservadurismo de sus propuestas académicas. De manera paralela, el inquieto joven se inició como crítico de arquitectura, participando desde 1930 en la prestigiosa revista de André Bloc, Architecture d’aujourd´hui, como redactor. Asimismo, dos años después funda las Reuniones Internacionales de Arquitectos, buscando conocer y publicar la obra de colegas extranjeros, a la vez que establecer lazos de unión entre diversas naciones europeas.

La segunda Guerra Mundial lo sorprende en plena actividad dentro de los campos profesionales de la arquitectura y su difusión, relacionado con los principales artífices de la cultura del viejo continente. Comprometido con el ideal de libertad y apoyado en su amplio conocimiento de idiomas, se involucra en la Resistencia y llega a ser encarcelado por la Gestapo en el verano de 1943. Con el triunfo de las fuerzas aliadas, recobra la vida civil, ingresando al trabajo arquitectónico que implicó la reconstrucción de Europa; como un complemento a ello, decide crear la UIA, como una alterativa cultural y profesional para restañar las heridas del conflicto armado, propiciando con ello la armonía entre los diversos pueblos; en el verano de 1948, la ciudad de Lausana, en Suiza, ve el nacimiento y el primer congreso de esta asociación, que en la actualidad congrega alrededor de un millón de arquitectos y se encuentra en la víspera de realizar su congreso XXI.[2]

De su labor profesional es mucho lo que se puede decir, ya que tuvo una presencia destacada como arquitecto tanto en Francia, como en otros países; sin embargo, vale la pena subrayar su labor en dos campos, la arquitectura religiosa y la habitacional. Efectivamente, siempre le preocupó el tema de la vivienda, teniendo en cuenta la destrucción proveniente de conflictos armados o desastres naturales, como es el caso de las unidades habitacionales de 1955 en el distrito de Hansa, en Berlín, y de Ronceray en Le Mans, o las propuestas para Tibilisi, Georgia, después de la destrucción del sismo de 1989; cabe agregar que también le interesaba particularmente el acercamiento al cliente en los proyectos residenciales, donde no importaba la envergadura de la empresa, sino el comprender cabalmente los deseos intrínsecos de los futuros habitantes para lograr un proyecto ajustado a cada caso.

Unidad habitacional en el distrito de Hansa, Berlín, 1955. Fotografía: Horst Siegmann © Landesarchiv Berlin.

Es probable que el mayor reconocimiento a su creatividad provenga de sus obras en el campo de la arquitectura eclesiástica, donde el magno proyecto de la Basílica de Nuestra Señora de Lourdes, 1958-1959, contrasta con edificaciones de gran modestia como el monasterio de monjas dominicas en Moteils, 1949, y el  de las clarisas en Nazaret, 1965; a ello se agregan diversas iglesias como la de Saint Pierre en Arles, 1950, Sainte Thérèse en Le Mans, 1953, o aquella en Salies-du-Salat, 1962, entre otras. Tal vez valga la pena mencionar aquí que uno de sus últimos proyectos, en 1979, fue el de un Santuario donde coexistían templos las tres religiones monoteístas del Sinaí, católica, judía y musulmana, y que la difícil situación política no permitió que se realizara.

Aún es mucho lo que se puede decir sobre su labor, recogiendo desde escuelas y centros culturales, hasta hospitales y planes urbanos en Europa y el norte de África. En especial vale la pena agregar que tuvo diversas relaciones profesionales en diversos ámbitos de México, aunque estas no llegaron a realizarse; se trata de un ambicioso proyecto urbano y habitacional para Pemex en Coatzacoalcos, Ver, realizado en sociedad con Carl Auböck entre 1980 y 1982, que la crisis petrolera interrumpió y un plan urbano para la zona de Tres Ríos, en la ciudad de Culiacán, Sinaloa, en 1990.

Sin embargo, su presencia en nuestras tierras no terminó aquí, ya que fue amigo incondicional de México y de muchos mexicanos; por una parte hay que recordar que la UIA le permitió conocer a diversos compatriotas, manteniendo una larga relación con diversos arquitectos y diseñadores,  contando yo misma con el honor de frecuentarlo. Por una parte participó de manera entusiasta en las actividades del XIII Congreso de la UIA que se realizó en 1978, en México, D.F., bajo la dirección de Pedro Ramírez Vázquez, con quien mantuvo una larga amistad; un año más tarde repitió su presencia en el congreso del ICSID (International Council of societies of Industrial Design) que se desarrolló en la misma ciudad.

Estampilla postal del XIII Congreso de la UIA que se realizó en 1978 en México, D.F., bajo la dirección de Pedro Ramírez Vázquez.

Como corolario cabe agregar un buen número de actividades como profesor, así como su participación en diversas instituciones académicas, como la Akademie der Künste, en Berlín, o la Académie Intenationale d´Architecture, en Sofía, que el mismo ayuda a establecer en 1975, sin olvidar numerosos reconocimientos y premios. Además debemos recordar que fue co-fundador del Comité Internacional de Críticos de Arquitectura, CICA, en el Congreso de la UIA en México, y propició el nacimiento del Foro de los Jóvenes Arquitectos, en la Segunda Bienal Interarch, de Bulgaria, en 1983.

Con una presencia constante en los diversos ámbitos de la arquitectura mundial, siempre mostró una personalidad afable y generosa, pero siempre sustentado en la honradez y la rectitud; por todo ello resulta más dolorosa la noticia de su muerte acaecida el 15 de enero del 2002, acaecida en Le Valparon, su casa localizada en el pequeño poblado que escogió para vivir su jubilación, Noisy sur École, al sur de Fontainebleau.

[1] Tomado del título del libro autobiográfico de Pierre Vagó “Une vie intense”, AAM Editions, Bruselas, 2000.

2] Cabe anotar que, entre 1996 y 1999, Sara Topelson de Grinberg fue la primera mujer en ser presidenta de la UIA.

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